NO SIEMPE LA ACTITUD ES LO QUE VALE

Aún teniendo la intención de vivir el minuto a minuto, se dejan pasar instantes valiosos e irrecuperables.
Y viendo a aquellos con quienes los hemos perdido con enojos, disconformidades, discusiones vanas y demás actitudes egoistas, inevitablemente avanza una sensación de desconsuelo y tristeza.
Pero ya no hay remedio. 
Y entonces qué...
La decepción y tristeza no van a cambiar los hechos. Entonces sólo queda hacer una buena introspección; honesta y profunda y, en adelante, reforzar la valoración del presente y fijar metas realizables para no volver a tropezar en las mismas piedras.
No es fácil. Actitudes como disconformidad e irritabilidad muchas veces se enquistan y son difíciles de erradicar.
Pero vale la pena el intento

Comentarios

Entradas populares de este blog